8 EL BUNKER DE HITLER A TRAVES DE LA HISTORIA



                                                                                                                     "Mañana muchos maldecirán mi nombre"                                                                                                                                                                           (Adolf Hitler)

   


Cuando paseamos por el centro de la ciudad de Berlín o barrio de Mitte que alberga el centro histórico de la ciudad y junto a la Puerta de Brandemburgo se localiza una zona delimitada por Wilhemstrasse, Vosstrasse, Ebertstrasse y Pariser Platz que era conocida como "Jardines Ministeriales". En la actualidad, solo el nombre de una calle "In den Minister Gardens" nos recuerda su pasado.

A finales del siglo XIX se había convertido en una gran zona residencial donde la nobleza construye en la Wilhemnstrasse sus Palacios residenciales, todos muy parecidos y con una altura de dos pisos que disponían de amplios jardines adosados a su parte trasera y que llegaban hasta la Eberstrasse. También poco a poco se fue convirtiendo en un distrito gubernamental, donde en la época de la administración prusiana fueron construyendose edificios como el Ministerio del Estado o el de Justicia. En la zona fueron encontrando acomodo algunas embajadas de las potencias extranjeras.  Con la llegada al poder por parte de los nacionalsocialistas en 1933, se produjo un cambio muy importante en torno a los "Jardines del Ministro".

 

Se realizaron importantes reformas en el antiguo Palacio de Radziwill y una ampliación con un nuevo edificio anexo. Entre dichas reformas y en los jardines interiores se incluiría un Salón de Recepciones realizada por el arquitecto Leonhard Gall bajo el cual se construyó un primer refugio antiaéreo, que posteriormente pasaría a denominarse antebunker o "vorbunker".

 La monumental planificación arquitectónica de Albert Speer dio paso al proyecto y construcción, entre otros edificios, en 1939 de la nueva Cancillería del Reich que bordeaba la Vosstrasse y cuyos nuevos jardines ocuparían el espacio donde anteriormente estaban los jardines de los palacios o Jardines Ministeriales. En este lugar y a partir de 1940, se ampliaría el refugio antiaéreo ya existente con otro a mayor profundidad y aumentando también el grosor en sus muros y que pasaría de ser conocido como el "Führerbúnker".

A partir de enero de 1945, la Nueva Cancillería se convertiría en el último Cuartel general de Hitler cuando decidió trasladarse a Berlín por su situación estratégica entre los dos frentes que tenía abiertos. La zona fue objeto de numerosos ataques aéreos aliados y en los últimos días de abril de 1945 se libraron en esta zona los últimos e intensos combates de la llamada "Batalla de Berlín" y cuyo desenlace por todos conocido supuso el final del III Reich. 

Después de la derrota de la guerra el paisaje de Berlín es desolador. El edificio de la Nueva Cancillería como consecuencia de los intensos bombardeos sufridos presentaba graves daños. El edificio fue despojado de todo lo que era saqueable y quedó abandonado. Las ruinas del edificio de la Nueva Cancillería (NRK) fueron demolidos entre 1947-1949 por las fuerzas de ocupación soviética para evitar cualquier mínimo vestigio de la época nazi. Algunos de sus materiales como parte del mármol granate fueron, al parecer, reutilizados en la decoración del interior de la Estación de metro de Mohrenstrasse, antes Kaiserhof, o en el Memorial Soviético de Treptow.

Del "füherbunker" situado en los jardines de la cancillería  de ese primer momento tras la derrota y la capitulación del III Reich, también se conservan numerosos documentos gráficos realizados por las militares soviéticos, los primeros en tomar el edificio de la Cancillería. Inmediatamente de ser ocupada y revisada por un grupo de zapadores para comprobar que no existían trampas explosivas, fue tomada por el SMERSH (contrainteligencia militar).


Posteriormente, también fue fotografiado y publicado por la revista Life cuando se permitieron las primeras visitas de las autoridades militares aliadas.      


        En 1949 los rusos trataron de volar la estructura del "füherbúnker" situado en los jardines de lo que había sido la Cancillería para convertirlo la zona en un gran parque público basado en el modelo soviético pero fracasaron. Con la potencia de las explosiones solo fueron dañados los muros de separación, pero no fue suficiente para destrozar por completo la fuerte estructura de sus techos de hormigón de cuatro metros de espesor por lo que apenas pudo hundir la estructura unos cuarenta centímetros, lo que hizo que quedara parcialmente inundado con unos 20/30cm de agua. La torreta de vigilancia quedó derribada. Finalmente, los accesos y algunas zonas fueron sellados con cemento.

   

         La zona pasó a convertirse en un gran paramo de tierra semi-abandonado en una zona períférica de Berlín de escaso interés por lo que poco a poco fue cayendo en el olvido y el abandono. La situación era favorecida por la prohibición de de Stalin de divulgar cualquier información relacionada con la ubicación de la Cancillería, oficinas gubernamentales o bunkers existentes en la zona. 

      Diez años después del primer intento, en el verano de 1959 el gobierno de la Alemania oriental realizó un segundo intento de voladura más sofisticado de los restos que quedaban del “führerbúnker” para ello se excavó la zona en busca de las estructuras que fueron perforadas con una serie de agujeros que luego fueron rellenados de explosivos para su detonación. 
                    

         Se logró destruir la torre de vigilancia y el bloque de la salida de emergencia que desaparecieron de la superficie, pero la estructura del techo sólo pudo derruirse parcialmente y el propio búnker permaneció relativamente intacto conservando sus estructuras interiores. Al no poder demolerlo en su totalidad nuevamente fueron sellados los accesos y los restos quedaron ocultos bajo una pequeña colina de tierra. La localización del complejo se fue olvidando con el tiempo y pasó nuevamente a desaparecer de la memoria colectiva de los berlineses. 

                    

       Con la división de la ciudad y la construcción del Muro de Berlín  en 1961, el área alrededor de los Jardines del Ministro quedó dentro del sector oriental bajo el control de la RDA, convirtiéndose durante décadas en un área restringida conocida como "franja de la muerte" o "tierra de nadie" que se encontraba situada entre los dos muros uno interior y otro exterior que transcurrían  por la Wilhelmstrasse y la Ebertstrasse respectivamente. Entre ambos muros transcurría la zona de seguridad o corredor interior, el cual solo era accesible para las tropas fronterizas de la RDA que la patrullaban permanentemente. Estaba dotada de postes de iluminación, torres de control, vallas eléctricas con alarma y barreras anti-vehículos. Sólo se podía apreciar un pequeño montículo de tierra donde antes se ubicaba la Cancillería y el "Fúhrerbúnker".

                  

         Muy pocos recordaban que bajo esta área aún se encontraban restos de búnkeres nazis, pero la policía secreta de la RDA Stasi si lo sabía por lo que la zona era objeto de vigilancia constante. Se tiene constancia de su entrada esporádica justificada por el miedo que el sistema de búnkeres y galerías pudiesen ser utilizadas como rutas de escape subterránea como así había sucedido en otras zonas de Berlín en que habían sido utilizados túneles abandonados de la II Guerra Mundial para prolongarlos y tratar de alcanzar el sector occidental. El temor se basaba en que los restos del "führerbúnker" se encontraban a menos de cien metros del muro más próximo al sector occidental que transcurría a lo largo de la Eberstrasse, conocida en la epoca nacionalsocilista como como Hermann Göring Strasse.

       De esas inspecciones de la Stasi se tiene constancia por algunos documentos encontrados en sus archivos, como la realizada en 1973, cuyo informe señala que pudieron acceder a su interior tras vaciar con bombas de achique un metro y medio de agua, pudiendo documentar parte de las instalaciones y realizár un estudio detallado del complejo (Vorbunker y Führerbúnker) que aún eran parcialmente accesibles en algunos de sus tramos, comprobándose que no había túneles de conexión y volviendo a sellar las entradas.

       Todo permanecía oculto hasta que en 1987 coincidiendo con el 750 aniversario de Berlín, las autoridades concibieron un plan para revitalizar la zona con la construcción de apartamentos realizados por el arquitecto Helmun Stingl, siendo conocidos como "Edel-Platten", tanto por el hecho de estar habitados por los privilegiados del régimen, como por la tecnología de su construcción con estructuras prefabricadas.

     Durante los trabajos de demolición y preparación de los terrenos para poder comenzar la construcción de los primeros apartamentos en la entonces Otto-Grottewohl-Strasse, hoy nuevamente Wilhemstrasse, fue necesario remover tierras y escombros hasta una profundidad de siete metros, reapareciendo nuevamente y poco a poco, como un viejo fantasma, los restos del "führerbúnker".

                  

Las tareas de demolición fueron complejas y fue utilizada maquinaria pesada, por lo que los restos permanecieron a la vista durante algunos meses, despertando el interés de algunas personas que decidieron a pesar de la vigilancia policial, acceder clandestinamente a su interior a pesar del riesgo que suponía de poder ser descubiertos.

 

Uno de ellos fue Robert Conrad, que en 1987 trabajaba de conductor de autobuses. Disfrazado de obrero de la construcción logró acceder unas treinta veces al interior de dichas estructuras que se encontraban parcialmente inundadas. Con su cámara Praktica y un objetivo de 35mm gran angular logró fotografiar los tramos accesibles de su interior, algunos muebles y diferentes artefactos o restos especialmente en el Vorbunker o antebunker superior. "Fue como un viaje en el tiempo" llegó a manifestar Conrad.

Desgraciadamente, estas pruebas gráficas permanecieron guardadas en un cajón ante el temor de acabar en la cárcel. Finalmente pudieron ser publicadas en el año 2013 después de la caída del Muro de Berlín por las revistas Bild y Spiegel, con una gran repercusión mediática. Constituyendo el último testimonio gráfico antes de la desaparición definitiva para la historia de la emblemática construcción.

En la primera de las fotografías podemos observar una vez removidas las tierras, las perforaciones realizadas en las gruesas paredes de hormigón casi treinta años antes, cuando en 1959 fueron realizadas para posteriormente poder ser rellenadas de explosivos en su intento de hacer desaparecer las estructuras.







                                     
   
Estas incursiones gráficas tuvieron que finalizar en septiembre de 1988 cuando para poder seguir construyendo los apartamentos previstos, los restos volvieron a ser volados y demolidos en un tercer y último intento desde la finalización de la II G.M. El techo del "füherbúnker" fue destruido, pero debido a los altos costes de la demolición se conservaron la losa del suelo y las paredes exteriores. A finales de otoño de ese año la cavidad fue rellenada con grava, arena y escombros, quedando las pocas estructuras sepultadas bajo lo que hoy es un aparcamiento terrizo de los vecinos que habitan las citadas viviendas residenciales.


Dentro del nuevo planeamiento para la zona fue necesario desplazar el muro interior hacia el oeste, desde la calle Wilhemstrasse hasta aproximadamente rebasada la actual Gertrud Kolmar Strasse, con la finalidad de darle al área un carácter nuevo y más extenso, quedando reducido el espacio entre los dos muros.


 A los pocos meses de la finalización se produjo la revuelta popular que hizo caer el muro que dividía la ciudad de Berlín en dos sectores el oriental y el occidental y que marcaría el primer paso hacia la reunificación alemana. La zona de Minister Gardens sufrió profundas transformaciones urbanísticas, pero el "führerbúnker" quedó olvidado. En la actualidad no queda indicio alguno de dicha construcción, lo poco que aún se pudiera conservar se encuentra debajo de una placa informativa de lo que en la actualidad es un aparcamiento terrizo y un pequeño parque al final de la calle Gertrud Kolmar Strasse y antes de llegar a Vostrasse.

  

    
                                                                                                      
El discreto panel informativo que contiene un pequeños diagrama fue colocado antes de la Copa del Mundo de fútbol de 2006, gracias a la tenacidad de Dieter Arnold que dirige la Asociación Berliner Unterwelten y que nunca compartió los argumentos de las autoridades para seguir manteniendo oculto el trágico pasado, al considerar que las futuras generaciones no deberían nunca poder reprochar el no haberles dejado la posibilidad de juzgar la historia por si mismas. La zona desde entonces ha permanecido prácticamente inalterable hasta la actualidad. 

                               

Pero la "Zona 0 del III Reich" aún guarda importantes secretos que no te debes perder y podrás descubrir en el siguiente capítulo.


                    


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