2 LA NUEVA CANCILLERÍA DEL REICH


                                                    "Entrando en la Cancillería del Reich, se debe tener la impresión                                                                                  de que se penetra en la morada del dueño del mundo"                                                                                                                            (Adolf Hitler)


        A través de la historia, la arquitectura ha sido siempre utilizada por el poder con fines claramente propagandísticos e ideológicos. Para los nacionalsocialistas no sería una excepción y también debía ser un símbolo de identidad de la nueva Alemania, la materialización del "volksgeist", el espíritu del pueblo y de la superioridad de la raza aria. 

Paul Ludwin Troost será el primer arquitecto de Adolf Hitler, encargado de llevar a cabo toda esta labor propagandística y quien pondría las bases de la arquitectura neoclásica monumental urbana, pero su prematura muerte en 1934 dio paso a Albert Speer que se convirtió en el principal arquitecto del III Reich. Su obra ilustra perfectamente la relación entre las artes y la política totalitaria. 

Hitler le encargó transformar Berlín con un ambicioso plan urbanístico y darle forma definitiva a la nueva capital de un imperio inmortal de los Mil años proyectándose su terminación para 1950 y que pasaría a denominarse Germania "Welthauptstadt Germania", con grandes avenidas, edificios administrativos grandiosos, monumentos majestuosos y una nueva Cancillería. La mayoría nunca vieron su proyección más allá de una maqueta y estudios preliminares.

 

 Maquetas con las nuevas construcciones en Berlín (Germania). A la izquierda Hitler con Albert Speer

Con la llegada al poder de los nacionalsocialistas, se optó en un primer momento por la renovación de la vieja Cancillería del Reich realizada por Troost que  resultó claramente insuficiente para cubrir las necesidades del régimen, no como residencia oficial pero si para albergar las oficinas del Canciller Adolf Hitler. Destacando en esta reforma la construcción del primer gran edificio en el jardín llamado "El salón de Recepciones de los Diplomáticos o de Baile". Con una capacidad de unas 200 personas, el proyecto incluía bajo este edificio la construcción de un refugio antiaéreo y un anexo sobre la fachada norte que albergaba los apartamentos privados de Hitler.

Sin embargo para Hitler todo esto no eran mas que soluciones temporales y en ningún caso definitivas. La nueva Cancillería del Reich  fue encargada a Albert Speer en 1938 y fue uno de los pocos edificios terminados junto al Estadio Olímpico de lo que sería la gran transformación de la ciudad. Ocupaba un enorme solar en el llamado distrito gubernamental entre la Vosstrasse y la Wilhemnstrasse y para su construcción fue necesario demoler una serie de edificios antiguos como varias embajadas de los entonces desaparecidos Estados alemanes, como Baden, Sajonia o Baviera. Con su desaparición, también se pretendía simbolizar la culminación de la unidad nacional comenzada por Otto Von Bismarck

                                                                                                        Obras de construcción del edificio de la Nueva Cancillería      

Para su construcción se emplearon diecisiete grandes grúas y trabajaron más de 4.500 obreros en turnos que garantizaban los trabajos las 24 horas al día, lo que permitió su finalización en un tiempo récord de un año, quedando concluido en 1939. Con un presupuesto inicial era de 28 millones de Reichsmark se estima que su coste una vez finalizadas las obras llegó a alcanzar los 70 millones de Reichsmark.  

                                                          Plano del edificio de la Nueva Cancillería

Este imponente edificio de colosales proporciones con una fachada principal que daba a la Vosstrase de 420 m. de longitud era de estilo solemne y estaba inspirado en el neoclasicismo, que no era propio únicamente de Alemania nazi, ya que en la misma época también era utilizado para las grandes obras institucionales por la Italia de Mussolini, la URSS de Stalin  o en EEUU por Roosevelt.

 Fachada Principal en el lateral de la Vosstrase

El edificio administrativo constaba de tres alturas y el complejo incluía el Palacio de Borsig del siglo XIX que estaba situado en la esquina oriental que daba a la Wilhemplatz y como prolongación por la fachada de la Wilhemnstrasse también integraba a la vieja Cancillería que continuaba siendo la residencia oficial de Hitler que ocupaba las habitaciones privadas en la zona denominada "Fuhrerwohnung" (apartamento del Führer) que había sido reformado integramente unos años antes.

                                                                           Fachada a la Wilhemnstrasse con la integración del Palacio de Borsig y la Vieja Cancillería

En sus memorias Speer, describe el recorrido llamado "Camino de los Diplomáticos".  Estaba claro que el edificio estaba destinado a hacer sentir pequeños a los dignatarios de otros estados en sus visitas oficiales, con ello quedaba acreditado que la arquitectura constituía un medio o instrumento para lograr un fin como veremos a continuación. Se accedía al complejo en coche atravesando la doble puerta de entrada realizadas en bronce que daban a la Wilhelmplatz

                                                                                    La doble puerta principal desde la Wilhemplatz 

    Una vez rebasada la puerta se accedía al Patio de Honor o "Ehrenhof" que era un recinto muy  severo y sin ninguna concesión arquitectónica de 68 m. de longitud por 26 m de ancho con sus paredes revestidas de piedra gris. Al fondo del patio se encontraba una escalinata flanqueada por dos esculturas de bronce de estilo neoclásico y obra de Arno Breker. "Die Partei" ("El portados de la antorcha") a la izquierda y "Die Wehrmacht ("el Portador de la espada") a la derecha. El portal frontal de entrada tenia cuatro columnas (tetrástilo). Presidiendo la entrada en la fachada sobre la puerta de acceso, franqueda por dos guardias de seguridad, se encontraba una gran águila de bronce obra del artista Karl Shmidt-Ehmen.

  Patio de Honor

    Una vez rebasada esta puerta se accedía a una pequeña sala o vestíbulo, la Vorhalle que separaba el Patio de Honor de la Sala de Mosaicos. tenia 17 m. de largo , 10 m.de ancho y 7,5 m. de altura. En el centro se encontraba una gran mesa de mármol. La iluminación era natural desde las ventanas ubicadas en el lado sur. El suelo y las paredes estaban revestidas de mármol rojo de Salzburgo. Era un nodo importante pues distribuía por el norte con el comedor y por el sur con las zonas administrativas.

 Vorhalle

       A continuación del vestíbulo o  Vorhalle se abrían dos grandes puertas de más de 5 metros de altura que daban a la "Sala de Mosaicos" con una superficie de 46 m. de longitud por 19 de ancho y 16 de altura que no poseía ventanas al exterior por lo que su iluminación era cenital  con una cubierta acristalada. El piso y las paredes con mosaicos eran de mármol granate pulido sin muebles o alfombras por lo que la luz al reflejarse en el mármol pulido producía un gran efecto visual. Al fondo resaltaba la puerta de caoba a la que precedía unos escalones con dobles  pilastras. Sobre la puerta y enmarcada en verde oscuro se encontraba el águila imperial con las alas desplegadas de Kurt Schmid-Enmen

                                                           Sala de Mosaicos y detalles de la puerta de caoba con el águila imperial 

    A continuación entre el ala occidental y el cuerpo central de la Cancillería Speer utiliza un espacio de transición creando una sala cubierta por una cúpula llamada Sala Redonda o "Runder Saal" de 14,5 m de diámetro y con una cúpula que alcanzaba una altura de 16 metros. Los muros de mármol rojo se dividen en ocho campos panelados, en dos de ellos se encuentran dos puertas que comunican la Sala de los Mosaicos con la de la Gran Galería. 

 Runder Saal

      Al cruzar la sala redonda accedemos a continuación a 
una galería "Marmorgalerie" que se correspondía con el retranqueo principal de la fachada principal de la Vosstrasse. Tenía 146 metros de largo (la galería del Palacio de Versalles tiene 74 m. de longitud) , 12 de ancho y 9 de altura. Las 19 ventanas de 6 metros de altura y 2,35 de ancho que dotaban de iluminación a la galería decorada con muebles y gobelinos o tapices de 5 metros de altura por 10 de ancho que colgaban de sus paredes de mármol blanco. Desde la entrada principal y hasta llegar al final de la galería los dignatarios tenían que recorrer un total de 220 metros. 

                                                               La impresionante Marmorgalerie

Al final de la galería se encontraba el "Salón de Recepciones  " y el "Despacho del Fúhrer" cuya entrada siempre estaba custodiada por dos soldados de su guardia personal. Sobre la puerta de acceso a su despacho se erguía un águila dorada sujetando una corona de roble con la esvástica que era el emblema nacionalsocialista.

                                                                                             Salón de Recepciones  y entrada al despacho del Führer

El despacho del Führer tenía una superficie de 400 metros cuadrados con cinco grandes ventanales de seis metros de altura que daban a los jardines interiores de la Cancillería. La altura del techo era de nueve meros y tenía artesonado con casetones de madera. Las paredes y el techo eran de mármol rojo. Una gran mesa de madera presidía el despacho, en el lado opuesto se encontraba una chimenea con dos sofás y un cuadro de Bismark. Una larga mesa de mármol situada longitudinalmente frente a los grandes ventanales era donde Hitler desplegaba los mapas en sus reuniones militares durante 1944. Un gran globo terráqueo completaba la decoración.

                                                                                                                                   Despacho de Hitler 

Una de las puertas del despacho del "Führer" comunicaba con la Sala del Gabinete del Reich que tenía diecinueve metros de largo por trece y medio de ancho. El centro de la sala estaba ocupada por una gran mesa para celebrar los Consejos de Ministros que nunca fue utilizada ya que desde 1937 Hitler no volvió a convocarlo. Durante la guerra las órdenes las daba directamente a través de memorándums. Otra puerta comunicaba con un gran pasillo lateral que transcurría paralelo a la Gran Galería para llegar a los despachos de secretarias y asistentes

                                                                                                                                        Sala del Gabinete del Reich

    Hacia el jardín la fachada presentaba un impresionante pórtico con una terraza de 190 metros por cuyas dos escaleras laterales se descendía al jardín. Dichas escaleras estaban flanqueadas por dos grandes esculturas de caballos en bronce de 3 metros de altura y obra de Josef Thorak, desaparecidas durante muchos años y que se creían perdidas pero que recientemente han sido localizadas y recuperadas por la policía alemana.

                                                                                           Esculturas ecuestres de Josef Thorak  finalmente localizadas 

    En los sótanos y bajo el cuerpo central de la Nueva Cancillería se situaba una sólida estructura compuesta por más de noventa células de hormigón que contaba con cinco grandes puertas con mecanismo hidráulico ocultas en el suelo de la acera de la Vosstrasse y que únicamente podían ser abiertas desde el interior y ser utilizadas en caso de emergencia.   

                                                                                        Una de las puertas con mecanismo hidráulico para acceder o salir de los sótanos de la Cancillería

    Poco tiempo la pudo disfrutar Hitler de la Nueva Cancillería ya que con motivo del inicio de la guerra tendría que estar moviéndose por los distintos Cuarteles Generales, para atender tanto el frente oriental como el occidental.

    Tras el fracaso de la contraofensiva de "las Ardenas" es cuando en enero de 1945 Hitler decide trasladar el que sería su último Cuartel General al edificio de la Nueva Cancillería, pero ya en su fachada y por motivos de seguridad no se colocaría la bandera del Leibstabdarte SS AH como siempre se había realizado. En esos momentos, buena parte de Berlín ya se encontraba reducida a escombros como consecuencia de los ataques aéreos en los que se turnaban británicos, por la noche, y estadounidenses, durante el día. El edificio de la Cancillería no era ajeno a esos daños y presentaba desperfectos de importancia, su fachada y techos tenían enormes grietas y algunos pasillo estaban obstruidos por escombros. Los cristales de las ventanas estbana rotos y tapadas con tablones. Estaba casi vacío, pues se habían retirado todos los cuadros, tapices y muebles. 

    En sus sótanos bien protegidos por sus sólidas estructuras de más de noventa células de hormigón, se instalaron diversas dependencias y gran parte de su séquito como su poderoso secretario Martin Bormann, su último jefe del estado mayor Hans Krebs, sus ayudantes de campo y oficiales de enlace, su piloto privado Hans Baur así como sus secretarias, médicos, radiotelegrafistas, etc. Como el espacio disponible era enorme, con el paso de los días, el primitivo puesto de socorro allí instalado acabó convirtiéndose en un hospital de campaña que acabaría abarrotado y convirtiéndose en los últimos días del conflicto en un refugio hacinado de mujeres y niños. Se calcula que unas seiscientas personas llegaron a estar allí en los días finales del III Reich. 

    Estos sótanos nunca fueron utilizados como refugio por Hitler sino que lo hacia en el búnker situado en el jardín de la Cancillería. Uno de sus accesos comunicaba los sótanos de la Cancillería con el antebúnker a través de un corredor subterráneo de unos ochenta metros de longitud que transcurria bajo el jardín. 

   Si las primeras reuniones tenían lugar en alguna de las dependencias que aún quedaban útiles del edificio de la Cancillería, rápidamente y desde febrero de 1945 se trasladaron al búnker o también llamado "füherbúnker" ya que Hitler en los últimos apenas lo abandonaría, suicidándose allí junto a Eva Braun el uno de abril de 1945.

                                                                                                                     Ruinas de la Cancillería antes de ser demolido el edificio

    Después de la guerra, las ruinas del complejo de la Cancillería fueron demolidas entre 1945 y 1950 por orden de las fuerzas de ocupación soviéticas. Algunos materiales parece que fueron aprovechados, como parte del mármol rojo que fue empleado en la reconstrucción de la cercana estación de metro de Kaiserhof (actualmente Mohrenstrasse) en la línea U2, o en el memorial soviético de Treptow  ubicado en Treptower Park de Berlín, construido entre 1946-1949.

    Estación de metro de Mohrenstrasse (Kaiserhof) 

     Memorial de Treptow

    Si quieres saber más sobre el búnker que Hitler ocupó en los últimos meses de la guerra y  situado bajo los jardines de la Cancillería no te pierdas el siguiente capítulo.

          
             





    
    






   






















                  


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