3 EL BUNKER DE HITLER

                                                                                                                   

                                                                                     "Podemos hundirnos, pero nos llevaremos                                                                                                                                                             un mundo con nosotros"                                                                                                   (Adolf Hitler)


    

       Hitler siempre mostró temor a los atentados y a los posibles ataques aéreos, Albert Speer contaba en sus memorias que ante cada nuevo proyecto de edificación, siempre reclamaba la construcción de más búnkeres. 

     En 1933 pocos meses después de haber sido nombrado Canciller, Hitler dio la orden de hacer una serie de reformas en la Cancillería o "Reichskanzlei" al considerar que era demasiado pequeña para sus necesidades. Las obras fueron encargadas al arquitecto Leonhard Gall e incluían dos construcciones en su parte posterior que daba al jardín, de un pequeño edificio anexo para convertirlo en las nuevas dependencias privadas de Hitler y de una gran Sala de Recepciones o Salón de Baile con una capacidad para unas 200 personas bajo el cual se planificó la construcción de un refugio antiaéreo o búnker, que con el tiempo acabaría por conocerse como "Vorbúnker(antebúnker o búnker superior). 

                       

    
       Las obras fueron realizadas por la empresa Hochtief AG con un coste estimado de 250.000 RM ("Reichsmark") y finalizas en 1936, cuando la capital del Reich fue sede de los Juegos Olímpicos y pocos aún podían imaginar el conflicto que se avecinaba con la invasión a Polonia o la guerra con la Unión Soviética, por lo que podríamos hablar más de un refugio antiaéreo, como así se denominaba oficialmente, que de un búnker propiamente dicho.

                                                                Recreación del interior del salón de Baile con el refugio

       Se encontraba situado, bajo la Gran Sala de Recepciones y a unos cinco metros de profundidad. La ubicación de los pilares estuvo determinada por la distribución del refugio, cada pilar se colocó directamente sobre una intersección entre dos paredes del búnker. La presión adicional que ejercía sobre estas intersecciones añadió fuerza y estabilidad al refugio antiaéreo. Sus dimensiones eran de 21 m de largo por 21 m. de ancho por lo que ocupaba unos 440 m cuadrados y de los que 339 m cuadrados eran habitables. Su estructura perimetral era de hormigón de 1,6 metros de grosor lo que permitía poder soportar el peso de la sobrecarga de la Gran Sala y las paredes internas tenían 1,2 m. de grosor. 

                                                                                                                                     Plano del refugio con los accesos/salidas


        Disponía de tres puntos de acceso, al norte unas escaleras de acceso conducían al Jardín del Ministerio de Asuntos Exteriores, el acceso oeste (conexión con lo sótanos de la Vieja Cancillería así como con el Ministerio de Propaganda y los sótanos de la Vieja Cancillería y por último un acceso al sur (pasillo subterráneo por debajo del jardín denominado "Kannenberggang" en honor del mayordomo de Hitler llamado Arthur Kannenberg y que se añadió con posterioridad en 1939 y que conectaba con el recibidor de la cocina de la Nueva Cancillería recién construida). A través de los accesos se llegaba ante dos puertas blindadas, una vez rebasadas convergían en un largo pasillo y a la mitad se encontraba sellado por una gran puerta de acero estanca a cualquier gas tóxico, desde la que se accedía al Refugio antiaéreo. 
    
                                                                Recreación del pasillo lateral y en el centro el acceso al interior

       En cuanto a su distribución, tenía una sala central compartimentada desde donde se ramificaban 15 habitaciones, 6 a cada uno de los lados de tamaño reducido y cuyas dimensiones variaban y estaba en torno a los 3 m de largo por 3 de ancho. Cumplían las funciones de dormitorio, oficina, sala de reuniones, cocina, despensa, comedor, baño y sala de máquinas, esta última albergaba un grupo electrógeno diésel de 40 KW. que proporcionaba electricidad, calefacción, ventilación y bombeo de agua desde y hacia el refugio subterráneo. El mobiliario destacaba por su austeridad según las fotos de la época y parece que se utilizaron muebles típicos de oficinas militares convencionales. 

     Una vez iniciado el conflicto bélico de la II Guerra Mundial en 1939, los primeros bombardeos aéreos británicos sobre Berlín comenzaron a partir del 25 agosto de 1940, en ese momento Hitler debió de utilizar por primera vez el llamado "Vorbúnker". Esa noche se enviaron 95 aviones, de los cuales 81 pudieron dejar caer sus bombas sobre Berlín y sus alrededores (aeropuerto de Tempelhof) y aunque los daños fueron leves, el efecto psicológico sobre Hitler debió ser grande ya que nunca debió pensar que los aliados podrían llegar a bombardear la capital del Reich.

    Dichas incursiones (Londres a 950 Km. de distancia y al límite de la distancia operativa de sus bombarderos) se producían durante la noche para minimizar las pérdidas ya que durante el día eran fácil presa de los cazas de la Luftwaffe y durante el verano, cuando el cielo estaba más despejado. Se sucedieron a lo largo de 1941 cuando aumentaron la capacidad de destrucción ya que se incorporaron nuevas versiones del  Avro Lancaster con capacidad para llevar una gigantesca bomba de 10 toneladas, la "rompemanzanas", el arma de más poder destructor antes de la entrada en servicio de la bomba atómica (aunque la mayor parte del trabajo lo hacían las bombas incendiarias de cinco libras). También en ese momento comenzaron las incursiones aéreas soviéticas con los aviones DB-3F (más tarde llamados IL-4). 

                                                           Avro Lancaster británico                                                       DB-3F ruso

      Es entonces se cuando se tomaron decisiones importantes, como la construcción de grandes torres fortificadas de hormigón con baterías de defensa antiárea ("Flaktürme"). En Berlín, la Luftwaffe tenía en total seis torres, dos en Tiergarten, dos en Humboldthain y dos en Friedrichshain. Construidas entre 1940/1941 con cuarenta metros de altura disponían de baterías de defensa en varios niveles e  instalaciones para el autoabastecimiento, así como refugios antiaéreos para un total de casi quince mil personas.

 Fraktürne en Berlín

    Tampoco hubo ningún Ministerio que no contara con un refugio donde pudiera protegerse las autoridades. En el entorno de la Nueva Cancillería y al ser zona de edificios gubernamentales, se construyeron numerosos refugios, de los que algunos aún se desconoce su localización exacta y otros se han ido localizando casualmente y tras un rápido registro arqueológico ser de nuevo sellados. Su estudio explicativo será tratado en otro capítulo posterior.

                                                                              Diferentes búnkers existentes en torno a la Cancillería
    
      Es entonces cuando Albert Speer recibió la orden para la construcción junto a la Nueva Cancillería de un nuevo refugio para la protección del Führer. Finalmente se optó por una ampliación del refugio ya existente "Vorbúnker", iniciándose la construcción de otro de dimensiones similares pero a un nivel inferior con la denominación oficial de "Proyecto de Construcción B207" con un coste total de 1.350.000 RM ("Reichsmarks") cuyas obras también fueron adjudicadas a la empresa Hochtief AG. 
    
      La ejecución técnica correspondió al arquitecto Carl Piepenburg, iniciándose las obras en 1942 con la excavación de una gran zanja a casi diez metros de profundidad. El 23 de octubre de 1944 se comunica a la tesorería del estado la finalización de las obras pero realmente los trabajos no llegarían a finalizarse completamente a causa de la guerra. Por ello en el jardín, una de las torretas de ventilación se quedaría sin terminar, así como una segunda torreta cónica que serviría para la salida del aire.


      El material por excelencia en este tipo de construcciones de la época es el hormigón armado, material fácilmente modelable capaz de resistir grandes fuerzas de compresión pero carece de fuerza para resistir tracciones, por lo que se le añade  en su interior una serie de barras de acero entrelazadas que sirven para reforzar su resistencia y combatir los esfuerzos. Pero hay que tener en cuenta que el hormigón pretensado no se conocío hasta 1950 y tampoco se conocían  aún los casi 50 aditivos que se utilizan en la actualidad que potencian la efectividad del hormigón y menos aún las aleaciones con las que se fabrica hoy en día el acero. Eso se traducía en una menor resistencia lo que obligaba a un grosor  muy superior de los muros y techos a los que serían necesarios en la actualidad.

    Con respecto al búnker precedente y al estar a mayor profundidad permitió incrementar el espesor del techo de hormigón a tres metros y medio con gruesas vigas en su interior, posteriormente fue reforzado a nivel de superficie con un metro más de cubierta de grava anticolisión con mallas de acero muy apretadas. Las paredes exteriores perimetrales pasaron a tener cuatro metros de espesor. La altura interior de las salas era de poco más de tres metros. Toda esta estructura era capaz de resistir las bombas más potentes de la época. 

      Constaba de un total de dieciocho habitaciones o salas y a su interior se accedía desde el "Vorbunker" atravesando una escalera en ánulo recto y dos gruesas puertas de acero estancas a prueba de agua y gas que daban acceso a un pasillo central dividido en dos largas salas. La primera, un pasillo/salón en donde lo primero que se localizaba nada más entrar a la derecha eran varios armarios donde se guardaba el equipamiento de protección (máscaras antigás, cascos de acero, extintores, etc.) después se encontraba una mesa rectangular con sillones y sobre los mismos un reloj de pared y donde las personas esperaban para ser recibidas. Al lado derecho  una primera puerta daba acceso al cuarto de máquinas donde se encontraban los dispositivos de ventilación, una segunda puerta daba acceso a una sala o centralita de comunicaciones telefónicas y telegráficas así como a varias salas de descanso o habitaciones y aseos.
           

       Una puerta de acero acorazada separaba la primera mitad de la segunda conocida como Sala de Mapas, donde Hitler celebró la mayoría de sus conferencias sobre la situación militar durante las últimas semanas de la guerra. Una gran mesa rectangular con varias sillas se localizaban en ese lugar. A la derecha e izquierda se encontraban dos puertas acorazadas que llevaba a las dependencias privadas de Hitler y Eva Braun.
Las salas disponían de alfombras y estaban decoradas con piezas costosas tomadas de la cancillería del Reich como algunos valiosos cuadros pintados al óleo. 
                                              Fotografía del interior del Führerbunker una vez abandonado

      El final del pasillo central daba acceso a una salida de emergencia con gruesas paredes de hormigón que conducía a la superficie en el Jardín de la cancillería del Reich. Disponía de una escalera contraincendios metálica de forma de cubo rectangular hasta alcanzar la superficie aunque de esta únicamente se llegará a hormigonar la mitad. Una segunda escalera de caracol conducía a una torre de vigilancia con forma  cilíndrica y cubierta por una cúpula.

                                                       Exterior del Führerbúnker  antes de su intento de voladura

     El "Führerbúnker" era autónomo disponía de un generador diésel que proporcionaba electricidad y permitía que los ventiladores de aireación funcionaran las veinticuatro horas al día.  A diferencia del "Vorbunker" estaba construido por debajo del nivel freático generaba problemas para bombear al exterior las aguas residuales. El ruido constante de los motores, la humedad y los malos olores hacía que la estancia prolongada en su interior no fuese agradable.

                                                                                                              Una de las pocas fotografías del interior del bünker

       El 16 de enero de 1945 Hitler se refugió en el búnker y apenas salió al exterior, salvo en dos ocasiones; una breve salida el 27 de marzo para visitar al frente oriental, reuniéndose con el estado mayor en la ciudad de Brandeburgo y el 20 de abril que en el día de su cumpleaños, en el jardín de la Cancillería realizó una ceremonia de honor en donde participaron un total de veinte miembros de las Juventudes Hitlerianas que se estaban destacando en la defensa de Berlín. El más joven de ellos apenas tenía doce años. La escena fue fotografiada y filmada, encontrándose acompañado por Axmann (jefe de las Juventudes Hitlerianas) que curiosamente nunca fue juzgado en Nuremberg.

                                                                    Una de las últimas fotografías de Hitler el día de su cumpleaños en el Jardín de la Cancillería

      A finales de abril de 1945 Berlín estaba completamente rodeada, el búnker había perdido las comunicaciones con el exterior y las tropas soviéticas estaban en Alexanderplatz y pronto llegarían a Potsdamer Platz, donde se encontraba el búnker. El 30 de abril Hitler decide quitarse la vida y de acuerdo con sus instrucciones su cuerpo y el de Eva Braun quemados en los jardines. 

     Durante la noche del día 2 de mayo los últimos ocupantes del führerbúnker lo abandonan en una huida desesperada por los túneles del metro para tratar de romper el cerco de las tropas soviéticas. Abajo, en el führerbúnker se quedaron  los generales Hans Krebs y Wilhelm Burgdorf  que se suicidaron de un disparo en la cabeza esa noche en la antesala. El capitán Schedle, comandante de la guardia de la Leibstandarte en la Cancillería del Reich, también se mato de un tiro, herido en una pierna no pudo participar en el último intento de fuga y tampoco quería caer prisonero en manos de los rusos. 

     Cuando las primeras tropas soviéticas entran en la Cancillería y en el búnker durante la mañana del día del 2 de mayo apenas encuentran resistencia digna de mención a pesar de las primeras versiones soviéticas que hablaron de tener que tomar el edificio al asalto como en la toma del Reichstag o Parlamento. 
    
                                                                     Soldado ruso inspeccionando el dormitorio de Hitler en el führerbúnker 

      Allí se encontraba Johannes Hentschel, el electromecánico, ya que el hospital de campaña situado bajo la Cancillería necesitaba energía eléctrica y agua. En ese lugar sólo quedaban médicos, enfermeras y los heridos.

     



    




 


7. PHOTOSHOP EN EL REICHSTAG